CUENTOS DE LA SELVA (NUEVA EDICIÓN)
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Descripción de producto
<p><div>Una selva llena de animales y algún que otro humano donde unos viven situaciones emocionantes y a veces peligrosas, pero siempre contadas por Horacio Quiroga con grandes dosis de humor. Los lectores más jóvenes se divertirán leyendo cómo se las ingeniaron los yacarés para salvar su río frente a la amenaza del hombre, o por qué los flamencos se sostienen siempre sobre una pata; y se emocionarán con la historia del pequeño coatí que sacrificó su libertad para vivir con unos niños, o con la tortuga que salvó la vida de un hombre cargándolo sobre su caparazón. Porque estos Cuentos de la selva son ante todo un canto a la naturaleza y a la solidaridad.</div><h2> Sinopsis de CUENTOS DE LA SELVA (NUEVA EDICIÓN) </h2> <div><div><div>Una selva llena de animales y algún que otro humano donde unos viven situaciones emocionantes y a veces peligrosas, pero siempre contadas por Horacio Quiroga con grandes dosis de humor. Los lectores más jóvenes se divertirán leyendo cómo se las ingeniaron los yacarés para salvar su río frente a la amenaza del hombre, o por qué los flamencos se sostienen siempre sobre una pata; y se emocionarán con la historia del pequeño coatí que sacrificó su libertad para vivir con unos niños, o con la tortuga que salvó la vida de un hombre cargándolo sobre su caparazón. Porque estos Cuentos de la selva son ante todo un canto a la naturaleza y a la solidaridad.</div></div> </div><div><div><div><div><span>Escrito por...</span></div> <hr></div></div> <div><div><div><a><img></a></div> <div><h4> Horacio Quiroga </h4> <div>Nació en Salto (Uruguay) el 31 de diciembre de 1879, y murió en Buenos Aires el 19 de febrero de 1937. Inició sus actividades de escritor con un libro de versos, Los arrecifes de coral. Es considerado como el maestro del cuento, por la atmósfera de alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones. En 1908 publicó su novela Historia de un amor turbio, y al año siguiente se instaló con su joven esposa en una finca precaria en sus tierras misioneras, desempeñando el cargo de Juez de paz y oficial del Registro Civil de San Ignacio.Un doctor le diagnosticó cáncer de estómago. Quiroga no dijo ni una palabra. Salió a dar una vuelta por la ciudad y esa misma medianoche se suicidó con cianuro.</div> </div></div></div> </div></p>